MUTACIONES
El
diccionario de la Real Academia
Española (RAE) reconoce varios usos al término mutación. La utilización más
frecuente, de todos modos, se encuentra vinculada a la biología y a la genética, donde la mutación es
una modificación que
se produce en los datos genéticos de
un organismo viviente. Dicha alteración, que puede resultar hereditaria,
implica una modificación de sus características.
Según
el especialista De Vries, una mutación consiste en un cambio en el material hereditario (ADN)
que no puede justificarse a través de la segregación o la recombinación.
Aquello
que muta es el gen, una
unidad que alberga los datos que se heredan y que se encuentran en el ADN. A partir de una mutación, el ser
vivo (incluyendo a los seres
humanos) puede desarrollar distintas enfermedades o manifestar cambios en su organismo. Es decir
que la mutación se produce porque al realizarse la replicación del ADN sucede
algo que hace que varíen sus nucleótidos (elementos del que se encuentra
formado); dicha variación puede aparecer en cualquier zona del ADN. Si la
mutación se produce al unirse los gametos, en las futuras generaciones
aparecerá dicha mutación como una característica permanente de la descendencia.
Hay
que reconocer una doble condición de las mutaciones que resulta paradójica. Así
como las mutaciones son dañinas (enferman
a quienes las padece), también son necesarias a futuro ya que permiten la evolución y, de este modo,
garantizan la supervivencia de las diversas especies. Dada esta explicación,
podemos hablar de diversos tipos de mutaciones. Las mutaciones letales son aquellas
que llevan al individuo a su fallecimiento antes de que alcance su madurez
reproductiva, mientras que las mutaciones
deletéreas, reducen la facultad de reproducción y de su subsistencia.